Si hay una visión compartida por Naciones Unidas y los diferentes gobiernos comprometidos con la Agenda 2030 es la importancia estratégica de emprender su localización, para asegurar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en los plazos acordados.
Pero, antes de continuar, ¿qué es la localización de la Agenda 2030? Los ODS suponen un nuevo contrato global, y, por ello, su formulación es lo suficientemente abierta como para que puedan verse identificados todos los países. Aunque el contexto y las prioridades de cada territorio son muy diferentes. Y la realidad, y aquello en lo que pueden contribuir las diferentes organizaciones públicas y privadas, también.
En este sentido, la localización de la Agenda 2030 es un ejercicio de adaptación y concreción de los ODS en cada territorio, para alinearlos con sus necesidades y prioridades específicas. Además, localizar la Agenda también implica la interiorización de la misma en el día a día de todas las organizaciones.
Y aquí es donde entra en juego la metodología desarrollada por OpenODS para facilitar la localización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en todo tipo de organizaciones: públicas y privadas, de cualquier tamaño y en cualquier parte del mundo.
Esta metodología pionera permite localizar metas e indicadores asociados a las metas globales (MG) de Naciones Unidas en torno a dos dimensiones. En primer lugar, la dimensión territorial, en la que pueden localizarse aquellas metas que atiendan a los problemas propios de un territorio dado. Esta localización debe ser liderada por los gobiernos locales y regionales. Y, para garantizar que estas metas localizadas territoriales (MLT) suponen un horizonte compartido por toda la sociedad, se recomienda que el proceso de localización esté abierto a otros actores locales y regionales relevantes.

Los indicadores localizados territoriales (ILT) varían en función del territorio y de los sistemas de información de que disponen las administraciones locales y regionales. Y, además de poder crear los indicadores que mejor se ajusten a sus necesidades de medición, las entidades subestatales podrán seleccionar en la plataforma OpenODS aquellos otros indicadores definidos por los Estados que cuenten con cuadros de indicadores locales de referencia.
En cuanto a la dimensión organizacional, este sistema para acelerar la Agenda 2030 ofrece la posibilidad de crear y seleccionar metas localizadas organizacionales (MLO) e indicadores localizados organizaciones (ILO). Esta dimensión es aplicable a todo tipo de organizaciones, y, a través de OpenODS, se pueden localizar todas aquellas metas cuyo cumplimiento dependa exclusivamente de la propia entidad.
A fin de cuentas, las metas organizacionales explicitan el compromiso de cada entidad con los ODS y le lanzan un mensaje firme a la ciudadanía sobre el horizonte que quieren alcanzar sus organizaciones.

La localización es el camino más corto hacia el éxito en la consecución de los retos que afrontan nuestras sociedades. Y ahora que sabes esto, ¿qué puede hacer tu entidad para contribuir a alcanzar los ODS?
Si quieres saber más acerca de la Agenda 2030, te gustaría conocer otras experiencias de localización o quieres valorar si tu organización está siguiendo los pasos adecuados en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, contacta con nosotros.