Agenda 2030 y ODS. Más allá de los colores políticos
Desde la puesta en marcha en 2015 de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que venían a sustituir a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), se ha iniciado un movimiento global entre actores que, superando sus diferencias políticas, apuestan por el futuro sostenible del planeta. Y es que la realidad pone en evidencia que la Agenda 2030 ha superado las barreras del partidismo a nivel global y nacional.
La Agenda 2030 es el resultado del trabajo de debate de las Naciones Unidas, donde todos los Estados han apostado por establecer una serie de objetivos de desarrollo con el fin de erradicar la pobreza, combatir los efectos del cambio climático y coordinar políticas a nivel global para contribuir a la sostenibilidad del planeta. Todo este trabajo de debate y de coordinación entre los países ha culminado en 17 objetivos y 169 metas de desarrollo sostenible. Conformando así una agenda de validez universal que ha conseguido una aplicación en cascada en las subsiguientes políticas públicas, ahora atravesadas por el compromiso con la sostenibilidad. Por lo tanto, lo que se pretende es que para el año 2030 los países hayan alcanzado los objetivos y metas de desarrollo sostenible incluidos en este nuevo contrato social global.
Tanto la Unión Europea como España han mostrado un compromiso unívoco con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. En nuestro país contamos con un amplio consenso entre todos los actores políticos que, a diferencia de en otras muchas cuestiones, han apostado por la coordinación de las actuaciones del Gobierno, Comunidades Autónomas y Entidades Locales en torno a los objetivos de la Agenda 2030.
En España se ha logrado llegar a un consenso poco común entre la mayoría de fuerzas políticas, que permite vislumbrar un camino esperanzador en el cumplimiento de los ODS. La coordinación entre los distintos actores y los acuerdos multinivel muestran que, en el discurso institucional de las fuerzas políticas, más allá de las lógicas diferencias sobre cómo abordar los ODS, hay un claro compromiso en el enfoque de las políticas públicas para orientarlas hacia las metas de la Agenda 2030.

Además de contar con una Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030 -donde el Gobierno toma los ODS como guía y orientación fundamental de la acción del Ejecutivo-, el Congreso de los Diputados adoptó el 12 de diciembre de 2017 una proposición no de ley, con el respaldo y el consenso de la totalidad de fuerzas políticas, de cara a una orientación política del Gobierno en la definición de la Estrategia nacional para el cumplimiento de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030.
Este consenso revela la implicación de todos los partidos políticos que, guiados por las Naciones Unidas y la Unión Europea, se han comprometido a establecer un plan de acción común donde todas las formaciones, gobiernos, comunidades autónomas, municipios y sociedad civil actúen en una misma dirección para que el conjunto de la sociedad española se implique en la sostenibilidad del país y del planeta.
Tanto PSOE, PP, Unidas Podemos, Ciudadanos, junto a otros partidos regionalistas y nacionalistas como el PNV, han mostrado en numerosas ocasiones su compromiso para integrar la Agenda 2030 como hoja de ruta de las políticas públicas. Como era presumible, entre estas formaciones existen intensos debates sobre cuál es el camino más rápido para alcanzar estos objetivos. Pero que exista un consenso tan amplio respecto al horizonte hacia el que debe caminar nuestro país es algo insólito en nuestra historia reciente, y debe ser un motivo de alegría para los convencidos de los ODS.

Pero no solo debemos mencionar o tener en cuenta el plano estatal, sino que en España existen CCAA y ayuntamientos de distintos colores, que se han postulado como punta de lanza de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Comunidades como la de Aragón o Euskadi han apostado por la presencia de los ODS en la agenda pública. Entre ellas, el propio gobierno vasco -con el apoyo de todas las fuerzas políticas- ha establecido sus propios planes de actuación para el cumplimiento de la Agenda 2030 a nivel autonómico y local. En este sentido, la Agenda Euskadi Basque Country 2030, apoyada por todas las fuerzas políticas, fue pionera en la promoción de los ODS a nivel internacional y estatal.
Por otra parte, alcanzar estos objetivos sólo será posible si se cuenta con el apoyo y la actuación de las entidades locales. En España, la gran parte de los ayuntamientos, de colores muy diferentes y representantes de fuerzas muy diversas, han apostado por elaborar planes de actuación y promoción de los ODS. En este sentido, todos los grupos municipales del Ayuntamiento de Zaragoza, Partido Popular, PSOE, Zaragoza en Común, C’s y Xunta aragonesista, han firmado un compromiso para trabajar por el cumplimiento de los ODS y la Agenda 2030.

Además, tenemos casos que demuestran que es posible impulsar políticas e iniciativas reales con respecto a los objetivos de la Agenda 2030. En el año 2019 el Gobierno de la Rioja presentó los primeros presupuestos vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con la intención de sensibilizar y formar a la sociedad en los retos de la Agenda 2030, y haciendo especial hincapié en materia relativa a la cooperación al desarrollo.
Desde el año 2016 la Diputación de Córdoba ha venido trabajando en la labor de implementación de los retos de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Del año 2016 en adelante se han ido formalizando acuerdos plenarios que, con el apoyo de todas las fuerzas políticas, han conseguido que numerosos municipios de la provincia se adhieran al grupo de trabajo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este grupo se constituye con la intención de que el máximo número de actores se coordinen y trabajen para el cumplimiento de la Agenda 2030.
Al igual que otros, el Ayuntamiento de Sevilla impulsó en el año 2019 el proyecto “Estrategia Sevilla 2030”, donde se refleja el carácter catalizador de los ayuntamientos a la hora de actuar y comprometerse con los ODS y la Agenda 2030. De nuevo, este proyecto contó con el respaldo y el compromiso de todos los grupos municipales, agentes sociales y económicos, la Junta de Andalucía, universidades y demás colectivos de la sociedad civil. A día de hoy, el alineamiento de todas las fuerzas políticas y el resto de la sociedad con los ODS es una realidad indiscutible.
Es indudable por lo tanto que en todos los niveles -estatal, regional, local- los ODS han permeado a todas las fuerzas políticas, y que estas han logrado llegar a acuerdos transversales donde se comprometen a trabajar y actuar bajo el firme compromiso de cumplimiento de la Agenda 2030.
Además, es tal la transversalidad de los ODS que, desde el inicio, se han puesto en marcha mecanismos de coordinación e implementación de la Agenda 2030 entre el Estado, las CCAA y las administraciones locales. Se ha creado la Comisión Nacional para la Agenda 2030 entre el Estado y las Comunidades Autónomas y las ciudades de Ceuta y Melilla. Además, esta Comisión cuenta con la participación de representantes de la Administración Local. Se demuestra así que el compromiso con las metas de desarrollo sostenible es un hecho que no entiende de colores políticos, sino que solo se pueden comprender desde la integralidad que exige la Agenda.

En definitiva, debemos aprovechar este gran consenso para impulsar nuevas políticas públicas que apuesten por la lucha contra el cambio climático, la reducción de la pobreza, la igualdad de género y el cumplimiento de los derechos humanos. Los acuerdos alcanzados por las fuerzas políticas deben traducirse ahora en acciones concretas que aceleren las transformaciones que requiere esta Década de Acción. En este camino, desde OpenODS trataremos de aportar nuestro granito de arena, poniendo a disposición de las administraciones las mejores herramientas de autoevaluación y gestión inteligente de la Agenda 2030.